La medicina transfusional constituye un eje esencial en el ámbito hospitalario dado que al menos el 10% de los pacientes hospitalizados requieren transfusiones sanguíneas. Si bien es cierto que desde el siglo XVII se ha destacado la importancia de esta especialidad médica, fue hasta mediados del siglo XX cuando se comenzó a generar guías y consensos sobre el manejo y control de calidad de los hemoderivados[1].

Uno de los aspectos más críticos a tener en cuenta en la medicina transfusional es la seguridad de los productos sanguíneos, pues la implementación de pruebas más sensibles y específicas para la tamización de diversos patógenos continúa siendo un constante reto para los bancos de sangre. Estas pruebas de tamizaje para enfermedades infecciosas cumplen una importante función dual: seleccionar componentes óptimos para transfundir y diferir a los servicios de salud a aquellos donantes que arrojan resultados positivos para iniciar un tratamiento oportuno[2].

En Colombia, según datos del Instituto Nacional de Salud, se realizaron cerca de 700 mil donaciones de sangre total y alrededor de 70 mil aféresis en el año 2019. Teniendo en cuenta las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud, el último reporte del estado global acerca de la seguridad y disponibilidad sanguínea muestra que Colombia se encuentra dentro del grupo de países que representan el 27% del global, con captaciones de hemocomponentes mayores a 25 unidades por 1000 habitantes, en donde la mayoría de los donantes se ubican entre los 18 y 40 años[3].

De acuerdo a la normatividad vigente, todas las unidades de sangre total son analizadas para los siguientes marcadores infecciosos: HIV, HBsAg, HBsAg +Core, Core, HCV, HTLV I/II, Anti-T. cruzi y Sífilis. Según los estudios del INS, se encontró que la reactividad en los donantes fue la siguiente[4]:

En la siguiente tabla se relaciona el algoritmo de tamizaje para enfermedades infecciosas en Colombia:

Nuestros clientes han tenido excelentes resultados con las siguientes pruebas confirmatorias:

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[1] Storch E., etal., Review of current transfusión therapy and blood banking practices. Blood Reviews 2019, 38: 100593.

[2] Bihl F., etal., Transfusion-transmitted infections. Journal of TranslationalMedicine 2007, 5: 1-11.

[3]-[4] Informe ejecutivo del comportamiento de la donación de sangre en Colombia 2020. Instituto Nacional de Salud. Ver fuente

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